lunes, 20 de abril de 2009

¿Comienza la deflación?

El Índice de Precios al Consumo (CPI, en incglés) de EEUU disminuyó un 0,4% interanual en marzo, por primera vez desde 1955.

Además, el Índice de Precios Industriales -al por mayor- (PPI, en sus siglas en inglés) ha registrado su mayor caída en 59 años debido, en gran medida, al brusco descenso que ha experimentado el precio del crudo en los últimos meses, según los últimos datos de la Oficina Estadística de la Administración estadounidense.



En la región asiática, ni siquiera se salva el gigante chino. Los precios al consumo en China han caído un 1,2% interanual, mientras que los precios industriales bajan un 6%, según los últimos datos oficiales.






La deflación es la bajada generalizada del nivel de precios de bienes y servicios en una economía. Es el movimiento contrario a la inflación.

Es la situación económica en que los precios disminuyen es producida por una falta de demanda, y es mucho más maligna, y temida por los empresarios que la inflación.

La deflación puede desencadenar un círculo vicioso: Los comerciantes tienen que vender sus productos para cubrir al menos sus costes fijos (entendiendo que el precio ya no alcanza para pagar los costes variables), por lo que bajan los precios. Con los precios bajando de forma generalizada, la demanda disminuye más, porque los consumidores entienden que no merece la pena comprar si mañana todo será todavía más barato. En la inflación, sin embargo, ocurre todo lo contrario, dado que los consumidores prefieren comprar antes los bienes de larga duración, para anticiparse a subidas de precios.

Dado este círculo vicioso, la deflación se convierte en causa y efecto de la falta de circulación del dinero en la economía, porque todos prefieren retenerlo.

Al final, la economía se derrumba, dado que la industria no encuentra salida a sus productos y sólo consigue pérdidas.







En Europa, destaca la evolución de precios en Alemania: los precios industriales se redujeron un 8% interanual en marzo, el mayor descenso desde enero de 1987, según informó la Oficina Federal de Estadística el pasado miércoles. En tasa intermensual, la caída fue del 0,9% respecto a febrero. Según el citado órgano, este descenso se debe a la sustancial rebaja que ha sufrido el precio del petróleo, próxima al 66% desde los máximos alcanzados el pasado verano (147 dólares por barril).




Parece que la tan temida deflación ha llegado y ha venido para quedarse.

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